No sabía por qué Dios me traía a este retiro. Yo estaba tratando de hacer más para Dios, pero estaba perdiendo a mi esposa y mis hijos. No me di cuenta de esto. Muchas gracias por el tiempo maravilloso que tuvimos – para ver el amor extravagante y rebosante de Dios sobre nosotros. Lo hizo a través de ustedes. No tenemos palabras para recibir nuestra gratitud hacia ustedes – por su amor e interés en nosotros y en nuestros ministerios. Nuestro ministerio y matrimonio han sido salvados por haber asistido a este retiro. Que Dios los bendiga y los recompensas. Siempre estaremos agradecidos con ustedes.
No existen las coincidencias. Dios nos trajo aquí al retiro, al último minuto, para enseñar sus temas en cuanto al descanso. Además, no quería ir mientras empacaba mi maleta, porque tenía tanto que hacer. Me dije a mí misma que, «Este no es el momento de tomar un retiro o descanso. El estado viviendo durante años con demasiado estrés y Dios sabía que sí era mi tiempo para ir a este retiro. Muchas gracias por este tiempo especial de descanso y reabastecimiento de combustible.
Antes del retiro, pensábamos que estaba bien el «morir» por alcanzar a los no creyentes. Nos enviamos culpables por no predicar y alcanzar a otros 24/7. Gracias a Dios, nuestra culpa se ha ido. El retiro nos impacta tan profundamente que cuando regresamos a Managua empezaremos a enseñar lo que aprendimos en el retiro a todos nuestros pastores y sus congregaciones.
